lunes, 19 de noviembre de 2012

¡ES NAVIDAD EN LOS PARISES DE LAS FRANCIAS!

La Navidad ha llegado a París y aún no estamos ni en diciembre fun fun fun. Hace dos semanas hice mi primera foto navideña:
¿Os esperabais algo mejor eh?, lo siento fue una foto rápida antes de que se pusiese el semáforo en verde y con la blackberry. ¡Pero me hizo tanta ilusión!, os cuento cómo fue: Había quedado en la FNAC y llegaba un poco tarde. Salí corriendo del metro en la estación de Sant Lazare. Subí las escaleras, me giré para tomar la calle que me llevaba a mi cita y… ¡Mírala, mírala, mírala, mírala, mírala… ahí está la Navidad! No estaban ni las luces encendidas, no había música y la gente pasaba impasible al Coucou! qué nos hacía la Navidad. Pero yo sí miré, yo sí me emocioné y yo sí desenfundé mi blackberry y compartí rápidamente la foto en twitter (por cierto @yosoyyomisma ¡esa soy yo! Original, ¿eh?.. ¡lo sé!, siempre molé... jaja) Resumiendo: sentí la llegada de la Navidad :)  Más adelante, vi algunos escaparates que ya vestían indumentaria navideña. Pero fue unos días después, cuando vi en el metro que las Galerías Lafayette y Printemps inauguraba la decoración de Navidad, por gentileza de ni más ni menos, que de las maisons Louis Vuitton y Dior, correspondientemente.

Fue entonces cuando dije: ¡Tengo que ir cómo las balas a ver eso! Y ni corta ni perezosa (siempre me hizo gracia esta expresión tan de cuento infantil, aunque lo del “ni corta/o” nunca lo entendí bien… ¿corta de pequeña, de mente, de miras…? Si alguien lo sabe que me lo diga y podré dejar de vivir sin vivir en mi. Atentamente, yo misma. Gracias), rauda y veloz, cortando el viento (estás también me parecen muy molonas) me acerqué al lugar de los hechos. La primera vez fui en domingo y ya había caído la noche (aunque aquí en París, a las 17:30h es ya noche cerrada). Los escaparates brillaban y los maniquíes de Dior relucían lustrosos. La música, las mil y una luces, la gente haciendo fotos y yo embobada y sonriente delante de aquello, delante de la Navidad made in París.
No me llevé la cámara, por lo que tuve que volver a la mañana siguiente (y el sábado otra vez, porque las luces de la noche hacen más bonitas las fotos. TOTAL = 3 veces en menos de una semana jaja)
Como dije anteriormente, los artífices de la navidad de Printemps son Dior y de Galerías Lafayette LV. Ahora, qué no veo Navidad por ninguna parte. Supongo que esto funciona así. La marca de turno se deja una pasta en hacer el escaparate navideño poniendo lo que se les ocurre y exhibiendo su producto (porque es exhibición pura y dura, en los escaparates de LV hasta pone el precio, ahhh). Pero no quita que me encante muy bastante mucho. En concreto, el entorno creado por Dior, es el que más me gusta. Los maniquíes con reproducciones de los vestidos míticos de la maison (como el new look), reflejan la esencia parisina a la perfección, en esos bailes, las tules, la música...

Además, me quedé embobada delante de algunos vestidos como este:
Es supersencillo y (a mi gusto) sublime. Estuve durante unos dos o tres minutos enfrente del escaparate mirándolo una y otra vez, mientras mi Pepe Grillo decía en mi cabecita: “¿Me podré poner algún día un traje así?”… De momento, le he enviado la foto a mamá (que cose como los ángeles) y a ver si podemos hacer algo parecido jijiji (es un secreto, no se lo digáis a nadie, ¿vale?)

También me encontré a Chanel por aquí de estrangis:

Si la parte de Dior tiene que ver poco con la Navidad, la de Louis Vuitton, aún menos. Mayorales, pingüinos con gafas de sol, un oso pasa haciendo el pino o un perro moviendo la cabeza al son de una música trallera, forman las distintas escenas del particular “Portal de Belén” francés. En esta función el producto es parte del atrezzo y poco más, ya que, el resto de personajes le roban el protagonismo. Es original, muy cachondo (el perro me mató de la risa la primera vez que lo ví), pero tiene algo que me hace argg, qué no me termina de gustar mucho, porque no encaja con la Navidad. Pero sin duda, llama la atención y apetece darte un paseo para verlo:

Después de fotografiar los escaparates, entré dentro en busca del árbol de Swarosvsky, y ahí estaba... Majestuoso y brillante, se eleva hasta la cúpula desde una maceta metálica futurista. En dos palabras IM – PRESIONANTE:
Paseando por el centro comercial me encontré con mi amado:
Y como no podía ser de otra forma, ya cuando salía, después de ver a mi príncipe, me topé con la calabaza más rentabilizada de la historia: la carroza de Cenicienta,(lo que era un claro signo de que despertase del sueño de Brad) De vez en cuando, aparece la princesita dueña del vehículo, hace chás y aparece a tu lado en la pantalla para decirte: Hola, holita, estoy aquí iuuuu
En definitiva, la Navidad ha llegado a París en todo su esplendor. Mi familia y amigos, me han dicho que en España aún no ha llegado (igual es que recortando se les ha ido la mano y han quitado hasta la Navidad…)
En realidad, toda esta nube de escaparates, luces y música que me sirven de analgésico durante unos instantes, no calman mi inquietud por volver a casa en Navidad. Cuento los días como un preso (frase que retwitteo de una amiga de París, que me la dijo el otro día y de la cual soy muy fan). Eso no quiere decir que no esté disfrutando de la ciudad de las luces, ¡ni mucho menos!, pero una ya va necesitando sentir y oler la Navidad de Madrid, la Navidad de mi hogar, la Navidad con mi familia.
¡¡Prontito, muy prontito!! 
Termino aquí que me pongo sentimental, me entra la morriña y no puede ser.
¡VIVA LA NAVIDAD DE LOS PARISES Y DE LOS ESCAPARATES DEL PRINTEMPS Y DE LAS GALERÍAS LAFAYETTE! VIVAAAAAAAAAA
Hasta más oler (a Navidad) enredados!!!

4 comentarios:

  1. La navidad creo que ya ha llegado a todas partes. A mi ya sabes que me es bastante indiferente, aunque bueno, quieras o no siempre acabas participando del asunto, de una forma u otra.

    De todos modos, creo que tal y como está la situación en Europa y especialmente en España, la gente debería concienciarse un poco con todo el asunto del consumismo excesivo. No digo que hacer regalos o comprar turrón sea negativo, pero seguro que hay familias que, sin poder hacerlo, se ven "obligadas" a comprar y a comprar solo porque la época lo requiere.

    La verdad es que no se porque me he puesto a decir todo esto, pero bueno, ahí queda.

    ResponderEliminar
  2. Ya sabes que puedes comentar lo que quieras :) Pero en cualquier caso, quedémonos con los valores puros de la Navidad y el pretexto de que nos sirve para pasar más tiempo con nuestros seres queridos. Para mí, eso es lo importante, y más este año, que también me sirve de excusa para volver a casa!!! :)

    ResponderEliminar
  3. Para mi no existen "valores puros de la Navidad". Para mi los valores perduran constantemente en las personas. Y si se carece de valores propios, la imposición externa de los mismos sigue siendo falsa.

    Yo soy más de honestidad constante que de navidad.

    ResponderEliminar