¿Os esperabais algo
mejor eh?, lo siento fue una foto rápida antes de que se pusiese el semáforo en verde y con la blackberry. ¡Pero me hizo tanta ilusión!, os cuento cómo fue: Había
quedado en la FNAC y llegaba un poco tarde. Salí corriendo del metro
en la estación de Sant Lazare. Subí las escaleras, me giré para tomar la calle
que me llevaba a mi cita y… ¡Mírala, mírala, mírala, mírala, mírala… ahí está la
Navidad! No estaban ni las luces encendidas, no había música y la gente pasaba
impasible al Coucou! qué nos hacía la
Navidad. Pero yo sí miré, yo sí me emocioné y yo sí desenfundé mi blackberry y
compartí rápidamente la foto en twitter (por cierto @yosoyyomisma ¡esa soy yo!
Original, ¿eh?.. ¡lo sé!, siempre molé... jaja) Resumiendo: sentí la llegada de la
Navidad :) Más adelante, vi algunos escaparates que ya vestían indumentaria
navideña. Pero fue unos días después, cuando vi en el metro que las Galerías Lafayette y Printemps inauguraba la decoración de Navidad, por gentileza de ni
más ni menos, que de las maisons Louis Vuitton y Dior, correspondientemente.
No me llevé la cámara, por lo que tuve que volver a la mañana siguiente (y el sábado otra vez, porque las luces de la noche hacen más bonitas las fotos. TOTAL = 3 veces en menos de una semana jaja)
Es supersencillo y (a
mi gusto) sublime. Estuve durante unos dos o tres minutos enfrente del
escaparate mirándolo una y otra vez, mientras mi Pepe Grillo decía en mi
cabecita: “¿Me podré poner algún día un traje así?”… De momento, le he enviado la foto a mamá (que cose como los ángeles) y a ver si podemos hacer algo parecido jijiji (es un secreto, no se lo digáis a nadie, ¿vale?)
También me encontré a Chanel por aquí de estrangis:
Si la parte de Dior tiene que ver poco con la Navidad, la de Louis Vuitton, aún menos. Mayorales, pingüinos con gafas de sol, un oso pasa haciendo el pino o un perro moviendo la cabeza al son de una música trallera, forman las distintas escenas del particular “Portal de Belén” francés. En esta función el producto es parte del atrezzo y poco más, ya que, el resto de personajes le roban el protagonismo. Es original, muy cachondo (el perro me mató de la risa la primera vez que lo ví), pero tiene algo que me hace argg, qué no me termina de gustar mucho, porque no encaja con la Navidad. Pero sin duda, llama la atención y apetece darte un paseo para verlo:
Y como no podía ser de otra forma, ya cuando salía, después de ver a mi príncipe, me
topé con la calabaza más rentabilizada de la historia: la carroza de Cenicienta,(lo que era un claro signo de que despertase del sueño de Brad) De vez en cuando, aparece la princesita dueña del vehículo, hace chás y aparece a tu lado
en la pantalla para decirte: Hola,
holita, estoy aquí iuuuu
En definitiva, la
Navidad ha llegado a París en todo su esplendor. Mi familia y amigos, me han
dicho que en España aún no ha llegado (igual es que recortando se les ha ido la
mano y han quitado hasta la Navidad…)
En realidad, toda esta
nube de escaparates, luces y música que me sirven de analgésico durante unos
instantes, no calman mi inquietud por volver a casa en Navidad. Cuento los días
como un preso (frase que retwitteo de una amiga de París, que me la dijo el otro
día y de la cual soy muy fan). Eso no quiere decir que no esté disfrutando de la ciudad de las luces,
¡ni mucho menos!, pero una ya va necesitando sentir y oler la Navidad de
Madrid, la Navidad de mi hogar, la Navidad con mi familia.
¡¡Prontito, muy
prontito!!
Termino aquí que me
pongo sentimental, me entra la morriña y no puede ser.
¡VIVA LA NAVIDAD DE LOS
PARISES Y DE LOS ESCAPARATES DEL PRINTEMPS Y DE LAS GALERÍAS LAFAYETTE! VIVAAAAAAAAAA
Hasta más oler (a
Navidad) enredados!!!