Si me preguntasen qué
evento me gustaría organizar, lo tendría muy claro: unos Juegos Olímpicos. Ya
sé que no tiene mucho que ver con el mundo de la moda, pero ese es mi top.
Incluso tengo en mi cabeza como sería la gala de inauguración (suena muy friki,
lo sé…), y es que me parece increíble a nivel de creatividad, dificultad, movimiento
de personas… lo que supone la responsabilidad de organizar unas olimpiadas (y
si llegan a Madrid algún día, ¡lo más!)
Bajando un poco a la tierra, me
encantaría organizar alguna Semana de la Moda, Galas de entrega de premios,
Ceremonias de aniversarios, festivales de música… (sí he dicho bajando a la tierra... soy ambiciosa, pero eso no es malo, no? )
Pero a nivel personal,
siempre te hace especial ilusión organizar fiestas de cumpleaños, bodas,
bautizos y comuniones (la famosa BBC), fiestas de disfraces, fiestas hawaianas,
fiestas flamencas, fiestas de por qué sí… Cualquier sarao que se precie, siempre hace
ilusión (para los que nos gusta, claro) si lo haces para compartirlo con tus seres
queridos. Pero cuando preparas la llegada a la meta, cuando organizas algo que
llevas tiempo esperando: TU SUEÑO, es indescriptible.
Yo he experimentado esa
sensación en al menos un par de veces. La primera fue el año pasado cuando me
metí en el comité de organización de la graduación, aún hoy no sé muy bien por qué lo hice, pero no pudo resultar mejor. Fue
increíble… Nos encargamos de contactar con los profesores, con los invitados,
las orlas, informar a todos los compañeros, el sitio de la “party”… Pero lo que
más me gustó fue hacer dos cosas:
1) Este vídeo:
1) Este vídeo:
Lo pasamos genial
haciéndolo y cuando vimos el trabajo final se me puso la carnecica de gallinica aisss...
2) El discurso. Suena
muy de empollona de clase y todo lo que queráis, pero fue realmente
gratificante. Empezar a escribir sobre los recuerdos y el imaginario que
habíamos construido durante los cinco años de carrera, fue una sensación muy
especial. Como siempre hago, me senté delante del ordenador, y dejé que mis
dedos tecleasen lo que mi corazón dictaba. Lo leí con una de las mejores amigas que
hice en la “uni”. Ver como los compañeros y familiares (y nosotras mismas) se
emocionaban, fue impactante. Me sentí realmente bien y satisfecha por haber
alcanzado la meta (finalizar la carrera) y por poder ponerle ese broche final.
Podríamos decir que el clipping resultó favorable respecto a la inversión y la
repercusión obtenida J
Otra consecución de un
sueño es la que estoy viviendo ahora mismo. Mi aventura parisina. Todo fue muy
rápido y los preparativos los hice con sentimientos encontrados. Por una parte
con muchas ganas, pero por otra con pena por irme y un poco de miedo por lo que
me iba a encontrar. Ahora que estoy aquí, me siento de nuevo realizada, al
haber sido fuerte en los momentos duros, de haber sabido sacarme las castañas
del fuego (por cierto, ahora en navidad están en todas partes jajaja) y de
haber ido cumpliendo pequeñas metas al estar en los sitios que soñé desde
pequeña y que miraba una y otra vez en los libros del cole: El Louvre, La Tour
Eiffel, Montmartre… Cada vez que piso estos sitios, siento que estoy cumpliendo
otro sueño.
Esta semana cumplí otro al ir a Disney (tengo 24 años, pero amo las princesas y todo lo que sea Disney, estoy muy disneyzada como diría un profesor de la carrera jaja) Nunca había estado y lo hice en la mejor compañía. Con
tres amigas que vinieron a verme desde Madrid. Creo que ellas no son
conscientes del regalo que me hicieron con su visita y no sé cómo agradecer el esfuerzo que han hecho para venir. Pero desde luego, es lo que ahora me da
fuerzas para continuar aquí hasta que regrese…
Todos los que nos
dedicamos a la organización de eventos, sabemos lo complicado qué es que todo
salga perfecto y que el cliente o jefe quede satisfecho. Pero, el
mejor evento es el que realizas para ti mismo, porque quiere decir que vas a
hacer algo que realmente quieres. Conseguir tus sueños es el motor que debe
dirigir nuestros pasos. La crisis nos hace no ver más allá de los problemas
actuales y de la lamentable situación, pero debemos seguir luchando por
nuestros sueños y orientar todos nuestros esfuerzos en su consecución. No hablo
de sueños que cuesten dinero, muchas veces los sueños más gratificantes los encontramos
en las pequeñas cosas o en aventuras inesperadas. Debemos ser valientes y no
dejarnos amedrentar por las garras del fatalismo imperante en este momento.
Cómo diría L´Oréal: ¡Porque yo lo valgo! ¡Y si queremos conseguir algo, lo
haremos! No dejemos que nadie nos arrebate ni la sonrisa, ni los sueños.
Lo dicho, busca tu
sueño ¡¡¡ y a por él!!!
Si alguna vez logras organizar eventos del nivel de un festival de música o la semana de lo que sea, yo seré el primero que te pedirá colaborar...
ResponderEliminar¡¡No te quepa duda que intentaré llegar a ello!!
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